1 cuento, 2 cuentos, 3... e-bog
44,78 DKK
(inkl. moms 55,98 DKK)
—¿Sabes lo que estás haciendo? —Oí a Amanda preguntar, pero estaba muy concentrada en el dolor que sentía para poder responder. Nadie me dijo que dolía tanto. No he leído nada sobre esto, pero he visto películas y gente gritar en situaciones como esta, pero aún así, ¿cómo era posible que doliera tanto?¡Dios mío, todavía soy una niña! Una niña teniendo un hijo. ¡No quería ser madre a los diecisé...
E-bog
44,78 DKK
Forlag
Babelcube Inc.
Udgivet
18 oktober 2020
Genrer
FA
Sprog
Spanish; Castilian
Format
epub
Beskyttelse
LCP
ISBN
9781071570296
—¿Sabes lo que estás haciendo? —Oí a Amanda preguntar, pero estaba muy concentrada en el dolor que sentía para poder responder. Nadie me dijo que dolía tanto. No he leído nada sobre esto, pero he visto películas y gente gritar en situaciones como esta, pero aún así, ¿cómo era posible que doliera tanto?
¡Dios mío, todavía soy una niña! Una niña teniendo un hijo. ¡No quería ser madre a los dieciséis años!
Escuchamos historias sobre lo bueno que es tener un hijo y que el embarazo es una bendición, pero está aquí... Durante todo el embarazo tenía mareos. Cuando comía, temblaba y vomitaba. Subí de peso. Dejé de estudiar por causa de esto, perdí amigos, perdí el año en la escuela, perdí mi vida, perdí a mi familia. Lo perdí todo.
Cuando Amanda se enteró, se molestó mucho, porque ella también cree que debemos conservarnos para esa persona especial que un día encontraremos. Pero yo no soy así. No soy tan fuerte como para luchar contra todos y Alex ya me había dado un ultimátum. Me dijo que no esperaría un año más. Tuve miedo de lo que mi amiga diría, pero después de que la desesperación pasó de ella, simplemente me abrazó y dejó que yo llorara en su hombro.
¡Dios mío, todavía soy una niña! Una niña teniendo un hijo. ¡No quería ser madre a los dieciséis años!
Escuchamos historias sobre lo bueno que es tener un hijo y que el embarazo es una bendición, pero está aquí... Durante todo el embarazo tenía mareos. Cuando comía, temblaba y vomitaba. Subí de peso. Dejé de estudiar por causa de esto, perdí amigos, perdí el año en la escuela, perdí mi vida, perdí a mi familia. Lo perdí todo.
Cuando Amanda se enteró, se molestó mucho, porque ella también cree que debemos conservarnos para esa persona especial que un día encontraremos. Pero yo no soy así. No soy tan fuerte como para luchar contra todos y Alex ya me había dado un ultimátum. Me dijo que no esperaría un año más. Tuve miedo de lo que mi amiga diría, pero después de que la desesperación pasó de ella, simplemente me abrazó y dejó que yo llorara en su hombro.