Desenmascarando La Falsedad e-bog
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Quisiera compartir con ustedes esta historia verdica que vivimos mi familia y yo. Hace unos aos nos mudamos de un Estado a otro, en los Estados Unidos, para cuidar de un familiar quien habia enfermado de gravedad. Ya establecidos, decidimos ir en busca de una iglesia donde pudieramos perseverar y buscar de Dios como El nos ha encomendado; por tanto, tomando la guia telefnica, comenze a llamar ...
E-bog
84,99 DKK
Forlag
Xlibris US
Udgivet
17 februar 2010
Længde
80 sider
Genrer
HRLM5
Sprog
Spanish; Castilian
Format
epub
Beskyttelse
LCP
ISBN
9781462819515
Quisiera compartir con ustedes esta historia verdica que vivimos mi familia y yo. Hace unos aos nos mudamos de un Estado a otro, en los Estados Unidos, para cuidar de un familiar quien habia enfermado de gravedad. Ya establecidos, decidimos ir en busca de una iglesia donde pudieramos perseverar y buscar de Dios como El nos ha encomendado; por tanto, tomando la guia telefnica, comenze a llamar a las iglesias del rea. Al siguiente da, una de ellas contest mi mensaje. Luego nos enviaron una persona para dirigirnos al lugar de reunin. Ese da conocimos al lder de la iglesia el cual se present como el Doctor Zeta; yo le llamare de esta manera para no revelar su verdadera identidad. El primer da de servicio nos pareci bastante comn. Luego nos retiramos a nuestros hogares y regresamos al da siguiente y sucesivamente continuamos asistiendo sin faltar ni un da.
Consecuentemente fu descubriendo cosas nuevas; cosas que me envolvian en un laberinto de dudas y pesares. Poco a poco comenzaron las exigencias y la manipulacin no tard en llegar. Este hombre estaba siempre al tanto de cada uno de nuestros movimientos a tal grado que ya nuestra libertad iba menguando. Si poniamos alguna resistencia, el pastor buscaba la forma de ubicarnos nuevamente por medio del acoso, intimidacin y aislamiento. Todo el pueblo estaba subyugado a sus caprichos y nadie se atrevia a protestar. Luego pude entender que a cada uno se nos habia hecho una advertencia, individualmente, utilizando las Escrituras o la falsas profecas. Pensabamos que si le eramos fiel a el tambien le estabamos siendo fiel a Dios.
A medida que pasaba el tiempo la situacin comenzaba a agravarse, al punto de que nosotros preferiamos aislarnos en nuestro propio mundo y no contarles a nadie lo que estabamos viviendo. Pero un gran da, llegaron a nuestra casa unos viejos amigos para visitarnos y contarnos un sueo que su esposa haba tenido de mi. Cuando lo escuche, no podia creer que ese sueo era parte de lo que nos estaba sucediendo. Aunque nos daba temor hablar sobre aquellas cosas, yo les confese algunas que estaban sucediendo. Ellos no se sorprendieron, por el contrario, nos dieron un consejo; consejo que qued grabado en nuestros corazones y fue cavando hasta lo ms profundo.
Despues de aquella visita pudimos entender que era como el mismo Dios que nos habia visitado para quitarnos la venda que nos tenia ciegos, espiritualmente hablando. Pudimos entender que aunque las pruebas llegan cuando menos las esperamos, Dios siempre llega cuando ms lo necesitamos. Aunque no regresamos a esta secta religiosa, los acosos no cesaron tan facilmente; el temor nos invadia nuevamente pero solo la mano del Creador fue suficiente para librarnos de aquellas garras que nos aprisionaban. Hoy da puedo decir con alegra, Dios siempre tiene el control. No caben dudas de que cada situacin que vivimos tiene una razn de ser.
A traves de mi experiencia y por este medio deseo compartir con ustedes los secretos de nuestra victoria por la Palabra, y consejos que les ayudaran a tener una mejor vislumbre de lo que es el verdadero servicio a Dios.
Consecuentemente fu descubriendo cosas nuevas; cosas que me envolvian en un laberinto de dudas y pesares. Poco a poco comenzaron las exigencias y la manipulacin no tard en llegar. Este hombre estaba siempre al tanto de cada uno de nuestros movimientos a tal grado que ya nuestra libertad iba menguando. Si poniamos alguna resistencia, el pastor buscaba la forma de ubicarnos nuevamente por medio del acoso, intimidacin y aislamiento. Todo el pueblo estaba subyugado a sus caprichos y nadie se atrevia a protestar. Luego pude entender que a cada uno se nos habia hecho una advertencia, individualmente, utilizando las Escrituras o la falsas profecas. Pensabamos que si le eramos fiel a el tambien le estabamos siendo fiel a Dios.
A medida que pasaba el tiempo la situacin comenzaba a agravarse, al punto de que nosotros preferiamos aislarnos en nuestro propio mundo y no contarles a nadie lo que estabamos viviendo. Pero un gran da, llegaron a nuestra casa unos viejos amigos para visitarnos y contarnos un sueo que su esposa haba tenido de mi. Cuando lo escuche, no podia creer que ese sueo era parte de lo que nos estaba sucediendo. Aunque nos daba temor hablar sobre aquellas cosas, yo les confese algunas que estaban sucediendo. Ellos no se sorprendieron, por el contrario, nos dieron un consejo; consejo que qued grabado en nuestros corazones y fue cavando hasta lo ms profundo.
Despues de aquella visita pudimos entender que era como el mismo Dios que nos habia visitado para quitarnos la venda que nos tenia ciegos, espiritualmente hablando. Pudimos entender que aunque las pruebas llegan cuando menos las esperamos, Dios siempre llega cuando ms lo necesitamos. Aunque no regresamos a esta secta religiosa, los acosos no cesaron tan facilmente; el temor nos invadia nuevamente pero solo la mano del Creador fue suficiente para librarnos de aquellas garras que nos aprisionaban. Hoy da puedo decir con alegra, Dios siempre tiene el control. No caben dudas de que cada situacin que vivimos tiene una razn de ser.
A traves de mi experiencia y por este medio deseo compartir con ustedes los secretos de nuestra victoria por la Palabra, y consejos que les ayudaran a tener una mejor vislumbre de lo que es el verdadero servicio a Dios.