Juguetes Sexuales: ¿Buenos O Malos? e-bog
28,29 DKK
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Los distribuidores de los juguetes sexuales obtienen cerca de miles de millones de dólares cada año. Sus productos son diversos y actualmente están disponibles en todo el mundo. Entonces, parece que el negocio de simular y satisfacer de manera artificial o tecnológica los deseos sexuales está de moda. Los solteros, casados, ancianos y jóvenes están patrocinando las tiendas de juguetes sexuales,...
E-bog
28,29 DKK
Forlag
Gabriel Agbo
Udgivet
9 april 2018
Genrer
Sex and sexuality: advice and issues
Sprog
Spanish; Castilian
Format
epub
Beskyttelse
LCP
ISBN
9781547525287
Los distribuidores de los juguetes sexuales obtienen cerca de miles de millones de dólares cada año. Sus productos son diversos y actualmente están disponibles en todo el mundo. Entonces, parece que el negocio de simular y satisfacer de manera artificial o tecnológica los deseos sexuales está de moda. Los solteros, casados, ancianos y jóvenes están patrocinando las tiendas de juguetes sexuales, y los artículos, inteligentemente están siendo constantemente producidos, siendo más atractivos y sofisticados. Parece que no tendrá fin su innovadora creatividad para inventar estos nuevos instrumentos del placer sexual. Hoy en día algunos de estos juguetes actúan y se comportan de la misma manera que la pareja sexual. Cierto, pero aquí queremos observar el origen, las intenciones y los efectos de los juguetes en los usuarios, en especial las implicaciones espirituales y psicológicas. Los juguetes sexuales tienen una larga historia que empezó con el uso de objetos tallados que representaban al pene. La antigua Roma, Grecia, China, Asia, India tenían estos objetos tallados, hechos de piedra, hierro, oro, madera y de otros materiales que eran usados para la masturbación. Algunos de ellos (como los griegos) tenían cultos donde alababan a los dioses y diosas sexuales, donde estos objetos se mostraban, se usaban y otros actos inmorales eran promovidos, incluyendo el sexo con demonios y espíritus. Entonces ciertamente podemos decir que la fundación de los juguetes sexuales fue por el deseo de placer “ilimitado” y la alabanza a dioses demoniacos. Esta invención se transformó en otros objetos, y en el siglo XX vimos el primer vibrador eléctrico inventado. Desde entonces, ha sido un diluvio de estos manuales y luego sofisticados instrumentos de placer sexual. ¡Algunos de estos hasta guiñan el ojo y hablan! ¡Guauu! Entonces, ¿el juguete sexual está en el plan original de Dios? Y como la relación sexual es una conexión física, emoc